El pasado 1 de marzo tuvo lugar la defensa de la Tesis Doctoral de la Cátedra de Catástrofes, financiada por la Fundación Aon España, titulada Horizontes y fronteras de la investigación sobre migraciones climáticas. Una aproximación meta-teórica a los desplazamientos asociados a la degradación medioambiental, que obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude y cuyo objetivo es definir qué son las migraciones climáticas, a qué sujetos afectan y cómo se podría mejorar el campo teórico para abordar la vaguedad conceptual. Pedro Tomey, Director General de la Fundación Aon, comentó que “con esta investigación se profundiza en la relación entre el deterioro medioambiental y las migraciones, especialmente en la población más vulnerable”, y añadió: “Las migraciones forzadas, ya sea por la ocurrencia de catástrofes en el actual ciclo climático, por la violencia, las guerras u otros motivos socioeconómicos, aumentan cada año, lo que acentúa las preocupaciones relacionadas con la protección de personas expuestas a mayores riesgos”.
En la Tesis Doctoral, realizada por el investigador Víctor Pérez Segura bajo la dirección de los Doctores Raquel Caro y Antonio Rúa de la Universidad Pontificia Comillas, se ha demostrado que, a pesar de la conexión entre el clima y la movilidad, actualmente no existe ningún proceso migratorio que sea provocado exclusivamente por el deterioro medioambiental. Esto significa que todos los desplazamientos están fuertemente ligados a la situación socioeconómica de cada población, siendo este un factor más determinante que la propia degradación medioambiental. En consecuencia, se considera una categoría problemática en la medida que está sujeta a marcos interpretativos parciales e imaginarios estereotipados. Sin embargo, el estudio del fenómeno ha reportado importantes avances, proporcionando información valiosa sobre el impacto del medioambiente y su asociación con la movilidad en la población vulnerable.
Las migraciones climáticas son un fenómeno de amplia repercusión en los debates públicos, políticos y académicos. Su creciente relevancia ha convertido este tema en un campo de estudio próspero, especialmente en la última década. Sin embargo, a pesar del importante volumen de investigaciones que ha recibido, no existe un consenso ampliamente aceptado sobre qué se considera una migración climática y, por lo tanto, no hay una definición adecuada que permita identificar a los sujetos afectados. Por ello, comentaba el investigador que “el estudio del fenómeno es pertinente, aunque este debe mantener un enfoque autocrítico que le permita reconocer sus conflictos y limitaciones, procurando así un desarrollo robusto”.
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