Continúan a buen ritmo los trabajos de restauración de una de las obras más importantes del Renacimiento aragonés. Al igual que ocurrió con el patio renacentista de este inmueble, con esta obra la cúpula recuperará su nobleza y se convertirá en uno de los principales atractivos del Palacio Episcopal que pasará a ser un referente patrimonial y turístico en la Comunidad.
Estaba previsto que los trabajos finalizasen en abril. Sin embargo, se prolongarán unos meses más debido a que las tareas de limpieza y consolidación han sido mas laboriosas de lo esperado, también se han prolongado las acciones realizadas en materia de policromía. Solo queda la reintegración de las pinturas, así como el acondicionamiento del hueco de la escalera, por lo que se cree que la intervención habrá finalizado en el mes de junio.
El proceso de la restauración:
Las primeras labores realizadas han consistido en la limpieza mecánica de relieves y esculturas para eliminar capas de cal de gran grosor que las cubrían, ocultando gran parte de su riqueza y calidad. Tras el trabajo de los restauradores, ya se permite una mejor percepción de las esculturas de la cúpula: un programa iconográfico de las amantes de Júpiter con las que tuvo descendencia, aunque algunas de ellas no conservan el atributo que las distingue. La presencia de este programa mitológico, combinado con la actualidad política del momento a través de los retratos del monarca Carlos I y su futuro sucesor Felipe II, ofrece una composición de primer orden en la Europa renacentista que, además, está relacionada con las grisallas del cimborrio de la Catedral y los relieves de la fachada del Ayuntamiento.
Durante la restauración también se han llevado a cabo otras tareas como la reconstrucción de elementos ornamentales que habían sido repuestos sin seguir los criterios de restauración o que se encontraban en mal estado. Las recomposiciones se han elaborado mediante moldes o a través de copias de piezas, si estas se repetían a lo largo de la cúpula. La intervención de sellado de sus numerosas grietas ha resultado una tarea de gran complejidad, pero se ha logrado reducir su impacto visual aplicando dos capas de mortero de diferente granulometría.
Por otra parte, se ha realizado la limpieza de las pinturas murales, retirando las sucesivas capas de barniz que las recubrían. Con ello se ha permitido una mejor apreciación de las cuatro pinturas murales de la cúpula, ya conocidas antes de la restauración, y atribuidas a Pietro Morone, que se habían visto oscurecidas debido a los barnices aplicados a lo largo de los años, así como otro tipo de intervenciones llevadas a cabo con el fin de mejorar la apariencia de las mismas dado su envejecimiento y deterioro. Se trata de los retratos de Carlos V, Felipe II y el obispo Munébrega. Además, al eliminar las capas de cal, han aparecido otros motivos decorativos desconocidos hasta la fecha, así como una inscripción en el tambor de la cúpula.
Ahora los restauradores comienzan a intervenir en estas policromías mediante su reintegración y protección, para que puedan ser apreciadas en todo su esplendor.
Una vez finalice la restauración de la cúpula, se intervendrá el conjunto de la escalera noble, procediendo a limpiar y pintar sus muros, así como mejorando sus carpinterías. Al igual que ocurrió con el patio renacentista de este inmueble, dicha estancia quedará completamente restaurada y se le habrá devuelto su nobleza, convirtiéndose en uno de los principales atractivos del Palacio Episcopal por su original estructura arquitectónica y por su decoración e iconografía.
El Palacio Episcopal de Tarazona:
El obispo turiasonense Pedro Pérez Calvillo adquirió este inmueble, hasta entonces castillo y antigua Zuda musulmana, para establecer allí su residencia y la de sus sucesores. A partir de ese momento, inició un complejo proceso constructivo. El Palacio Episcopal debe su apariencia actual a la reforma renacentista, que convierte su fachada volada en un icono de la ciudad, sin olvidarnos del destacado Salón de Obispos y de la original cúpula en intervención.
La Fundación Tarazona Monumental trabaja desde el año 2008 en la rehabilitación y restauración de este inmueble, y diferentes labores de gestión, conservación y puesta en valor. Actualmente el monumento es visitable de martes a domingos y ofrece servicios de visitas guiadas que se complementan con los Calabozos Episcopales y la iglesia de Sta. Mª Magdalena.
Lola Zueco Gil