Por fin el día ha llegado, las tejas están ocupando el lugar donde estaban destinadas a reposar con los mejores deseos e intenciones de cada donante, plasmados con un nombre en cada una de las casi 500 tejas que hemos logrado aglutinar, estarán presentes en las cuatro aguas que conforman la cubierta del presbiterio, norte, sur, este y oeste. Como curiosidad os contamos que el destino ha querido que la primera teja colocada sea la «bautizada» por su donante como “Pedro y Ángeles”. Las dos siguientes tejas que conforman la primera triada colocada hoy mismo pertenecen a «Teodoro y Florentino» y a la «Familia Blanco Fernández».
