- Niños de 5 a 12 años aprenden de arte e historia mientras juegan y se divierten
- El objetivo de Tarazona Monumental es que disfruten de su patrimonio desde pequeños y se responsabilicen de su cuidado
Esta semana están teniendo lugar los ya tradicionales talleres de verano de la Fundación Tarazona Monumental que siguen la metodología de la educación patrimonial, fusionando la educación en valores, el traspaso de conocimiento, y la creatividad. Enfocados a niños de entre 5 y 12 años se desarrollan por técnicos de patrimonio, guías turísticos y monitores de tiempo libre.
“Nuestro slogan; El Patrimonio está en tu ADN, conócelo, quiérelo, cuídalo y transmítelo; busca comprometer a los más pequeños con su legado cultural” comenta el gerente de Tarazona Monumental, Julio Zaldívar. El contenido y las actividades son siempre diferentes, aunque la dinámica se mantiene. Durante las explicaciones y visitas guiadas los niños interactúan, juegan y trabajan, y para finalizar se realiza una actividad plástica. “De esa forma el traspaso del conocimiento se convierte en un juego en el que el patrimonio y la ciudad de Tarazona son los protagonistas” indica Zaldívar.
Muchos son niños que repiten año a año, deseosos de descubrir más y pasarlo bien, y las plazas se agotan todos los años. En esta ocasión se han ampliado a 23 niños, pero no se estima conveniente ampliarlas más ya que prima una buena atención a los niños y el buen desarrollo de los talleres. Julio Zaldívar asegura que “Seguiremos apostando por este tipo de actividades. Es muy importante que disfruten desde pequeños de su patrimonio, que lo vivan y aprecien en plenitud. Sólo así lo valorarán como merece y serán sus mejores conservadores”.
El primer taller trató sobre los orígenes de la ciudad de Tarazona empleando las herramientas que aporta la arqueología. Esto permitió poner en valor esta disciplina tan importante para escribir la Historia, e introducir los orígenes de Tarazona mediante el reconocimiento de dos culturas antiguas; la celtíbera y la romana. Tuvieron que excavar, reconocer en la ciudad de Tarazona algunos elementos romanos que prevalecen, y finalmente construir un mosaico. En cambio, el segundo día versó sobre el estilo gótico, fácilmente reconocible en la Catedral de Tarazona, lugar principal de desarrollo de estos talleres. Durante el taller visitaron espacios que no conocían y realizaron un taller de escultura. Hoy el protagonista de la jornada ha sido el mudéjar y las celosías de yeso del magnífico claustro de la Catedral. El jueves el tema a tratar será el patrimonio inmaterial, las fiestas, costumbres… entre las que no faltará el querido cipotegato, y finalmente el viernes se hará una excursión por la ciudad culminando en el Palacio Episcopal donde conocerán la evolución del edificio y todos los tesoros que conserva.
La FTM lleva una década de intensa labor educadora desarrollando una importante labor de divulgación y sensibilización del patrimonio que comienza desde edades muy tempranas. “En este ámbito nuestras líneas de acción abarcan desde programas de educación patrimonial con los colegios, actividades culturales para todas las franjas de edad, hasta exposiciones temporales… Y es que la educación y la sensibilización es la mejor garantía de conservación en el presente y también para el futuro”, ha asegurado Zaldívar.
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